Si bien es cierto que el aprendizaje de los idiomas tiende a ser más sencillo comenzando a una temprana edad, ideal antes de los 10 años, esto no implica que una persona mayor no pueda hacerlo, y con garantías, además. Por lo tanto, ¿es un idioma cuestión de edad?

La respuesta tiene que ver con el contexto. No hay algo que indique una absoluta relación en términos de edad a la hora de aprender un idioma, o al menos una base que le permita comunicarse en diferentes circunstancias.

Algunos estudios realizados reflejan resultados positivos sobre los más pequeños, mientras que otros afirman que los adultos tienen mejores características para ello. Esto se debe a que las razones para aprender el idioma, y en algunos casos la disposición, son completamente diferentes.

Los mayores siempre expresan un mayor deseo hacia la comunicación y tienden a ser más disciplinados a la hora de aprender, favorecido en gran medida por una mayor cercanía a la hora de la interacción alumno-maestro. También se debe tener en cuenta que a priori el vocabulario de un adulto es más avanzado que el de un niño, lo cual es un plus.

A pesar de ello también hay algunas cosas que los adultos pueden aprender de los niños, como por ejemplo su facilidad a la hora de emplear el nuevo vocabulario. Por ello ya sea por negocios, viajes o simplemente por realización personal, será más recomendable unirse a un curso acorde con las necesidades.